NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO

La imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, obra de D. Francisco Limón Parra [Villanueva del Ariscal (Sevilla)] corresponde al momento bíblico contemplado en los Sagrados Evangelios donde Jesús una vez orado en el Huerto de Getsemaní (llamado de los Olivos) y su posterior Prendimiento por la guardia del Sanedrín, tras la traición y Beso de Judas, es llevado CAUTIVO hacia la casa de Anás, Sumo Sacerdote aquel año. Aunque su ropaje blanco está relacionado con el Desprecio de Herodes, ya que este color estaba relacionada con las personas presas de locura.

Realizada en madera de Cedro Real en el año 1991, su escultor lo impregna de una humanidad digna de reflexión, llevada por su gran expresividad en su rostro humilde y decaído por todo lo que le está por llegar. Las manos entrelazadas por un áureo cordaje, funcionan como elemento de ruptura para proyectarse hacia el espectador al que le llega a doler ese sufrimiento representado en la movilidad de sus dedos y al mismo tiempo mostrar su indefensión ante los torturadores, aunque al mismo tiempo su mirada dulce y llena de amor nos reconforta en cada momento en el que lo miramos cara a cara. Digna de mención tiene su zancada, con el pie izquierdo adelantado sobre el derecho, con el que nos da la sensación de que anda en busca de nosotros, sus hijos. También podemos presentir por su postura erguida, un aurea de divinidad que nos lleva al mismo Dios. Su cabellera tallada en mechones largos que caen sobre su divino rostro y su barba poblada y bífera, completan su faz que nos deja llenos de misericordia al contemplarla.

Sus ropajes realizados en piel de ángel, Cíngulos de oro que atan sus manos y su cuello sobre la cintura, Escapulario trinitario, y sobre su divina testa las Potencias realizadas en plata bañadas en oro que representan las 3 potencias del alma: Memoria, Entendimiento y Voluntad.

Es todo esto lo que nos lleva hasta una auténtica representación de Jesús-Dios hecho Hombre por darnos la Salvación, JHS.

MARÍA SANTÍSIMA DE LA SALUD

La imagen de Nuestra Madre de la Salud, ópera prima del sevillano D. Francisco Limón Parra (Villanueva del Ariscal), el cual la veneraba en su casa y la trataba como uno más de su familia, a los que les costó desprenderse de esta gran obra cuando fue adquirida por la Cofradía. Una imagen mariana de gran expresividad en su rostro, del modelo macareno que en este momento está tan de moda.

Imagen de vestir o candelero, realizada en Cedro Real en el año 1982, siendo su rosto, testa, cuello y manos lo tallado por este artista que le dio vida a la Madre de Dios bajo esta querida advocación. El resto del cuerpo se trata de una serie de listones tapizados en forma de candelero que le da esa típica forma cónica que poseen las vírgenes de estas características que adquieren la forma de vestir de las antiguas damas de la corte y que aún hoy en día se conserva.

En el plano iconográfico, podemos analizar el drama de María por su trazado en los arcos superficiales, logrando la impresión de sollozo, que junto con su boca entreabierta dando la impresión de dejar escapar un lamento de tanto sufrimiento, reflejado también en las 5 lagrimas de cristal que caen por sus rosáceos pómulos, distribuidas 2 en su parte derecha y 3 en la izquierda. Todo este conjunto junto con su pelo tallado y recogido en un roete en su parte trasera, y la posición de sus manos, dejando sus dedos pulgares entre abiertos para la fácil colocación de su pañuelo y rosario, dejan entre dicho la gran belleza de una Señora que sufre por cada maltrato de su hijo, sus hijos.

Su advocación viene ya de antiguo, reflejado en la letanía a la Santísima Virgen donde se le contempla como la Salud de los Enfermos de cuerpo y alma. Y así es como la representamos como la fuente de vida donde los cristianos debemos de beber para tener vida eterna en Dios. Para su estación de penitencia, Nuestra Madre se viste con sus galas como representación del libro del Génesis, donde San Juan en una visión mandada por Dios contempla en el cielo una gran mujer a punto de dar a luz, vestida de sol (por eso su vestido y manto están bordados en oro), coronada por 12 estrellas (de ahí la corona que sostiene su sienes con esa misma cantidad de estrellas) y con la luna a sus pies (es la única representación que no lleva).

Es la representación perfecta del Sagrario Divino de donde nació la salvación, Reina del Universo, dadora de gracias y dispensadora de todos los bienes que bajan del cielo. Madre pulcra de la Humanidad, Espejo de Plata donde mirarnos, pero por siempre serás Fuente de la vida Eterna, Salud de los Enfermos.